Bertha y Luis siguen construyendo. Inspirados en su preciosa hija, la bella Carolina, mis amigos han abierto, hace unos días, su nuevo negocio de helados y café. Alegra es un proyecto que viene a cubrir una demanda básica en nuestro querido Huauchinango. Por lo menos en mi caso: deliciosos capuchinos, bien hechos, con el balance exacto de espuma, café recién hecho y una excelente atención.
Los helados son, por sí mismos, otra experiencia: de yogurt o crema, servidos con una serie de acompañamientos: jalea, nuez, rompope, nueces, almendras y un largo etcétera, en vaso convencional o en esas peculiares canastas crujientes.
Yo que no puedo comenzar el día sin una buena taza de café, estoy encantado. Y esta iniciativa de Bertha y Loui es algo que les agradeceré siempre. Como muchas otras cosas con las que me ha bendecido su amistad.
Así que, ya lo saben. Para comenzar el día o para culminar una buena experiencia gastronómica en Huauchinango, pasen por Alegra. En el centro, sobre la calle Guerrero. Y pidan un capuchino a la vainilla a mi salud.
jueves, julio 14, 2005
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